El poblado de s’Illot es uno de los yacimientos más importantes en la cultura talayótica y postalayótica ( 850-123 aC), tanto por su variedad monumental como por su compleja y extensa evolución histórica, que comienza en la Edad del Bronce y llega a la época medieval. El conjunto arqueológico se compone de diferentes edificios monumentales alrededor de los cuales se construyeron las casas donde vivía la comunidad.
El principal es el monumento turriforme, un edificio comunal de finales de la Edad del Bronce (1200-900 aC), que sin duda fue el predecesor de los clásicos talayots circulares y cuadrados de la Edad del Hierro. Alrededor del monumento turriforme, se unieron posteriormente diferentes ámbitos o habitaciones, donde probablemente vivirían parte de los habitantes de s’Illot. Entre estas estructuras destaca una habitación arriñonada, excavada entre los años 1960 y 1970, que se ha convertido en uno de los modelos de referencia para conocer cómo eran las casas en la época talayótica.
Las otras estructuras del yacimiento incluyen un recinto exterior circular, tradicionalmente interpretado como un talayot; una muralla perimetral conservada a fragmentos, que se une a diferentes áreas, y dos estructuras situadas al este de la muralla que tienen forma de herradura y están relacionadas tipológicamente con santuarios (lugares de culto).
Además, al sur del poblado, en la parte más cercana al mar, hay una red de estructuras que se articulan alrededor de un espacio circular que aún está por excavar. Esta zona es la menos conocida del poblado.