Dentro del tramo de muralla de S’Illot que se conserva, destaca la puerta de entrada que da acceso al poblado. La apertura estaba formada por dos grandes jambas y un dintel o losa horizontal (que no se ha conservado), que darían un aire monumental al portal. En el año 2016 se despedregó y rehabilitó el acceso a la entrada. La intervención permitió documentar como, en los tramos de muralla a los lados de la entrada, la muralla adoptaba una forma cónica inversa (forma en pata de elefante) que aprieta el acceso al poblado desde el interior hacia fuera. Seguramente, esta solución poliorcética corresponda a una voluntad defensiva que dificultaría (o permitiría controlar) el acceso al poblado. Esta interpretación es apoyada por el espacio cuadrangular que se extiende a continuación del umbral, así como por el pequeño espacio de umbral que, conjuntamente, habrían funcionado como estructuras para la contención y control de mercancías y personas.